gif nombre

miércoles, 19 de febrero de 2020

Una pequeña anécdota.

Días atrás, junto a mi padre. Dentro de su robusto auto nos dirigíamos a casa luego de mi exhausto día de estudio. En el camino, concentrado viendo al frente con manos al volante mencionó: - ¿Quieres comer algo?
- No, no tengo hambre... Diría yo, con cara seria, sin demostrar demasiado ánimo.
- ¿Estás seguro...?
Parecería un poco tosco mi expresar, luego de momentos de estrés las motivaciones disminuyen, estaba cansado y solo quería llegar a casa. Mi padre gesticuló en decepción, no mostró gesto alguno pero su notable cambio en el tono del habla lo hizo ver, tal vez quería pasar conmigo, tal vez quería estar más tiempo con su hijo, en fin, no lo sé, no me importó mucho.
- ¿Quieres comer unos tacos? Dirigió viéndome a los ojos, en un último intento por convencerme.

Humildad y orgullo


Humildad y Orgullo

Las cualidades personales son importantes, especiales y únicas de cada uno, cada persona conoce sus destrezas y habilidades, cada uno goza de la fortuna de sus talentos y habilidades. La grandeza personal es importante, y es vitalicio su reconocimiento interno para mantener la autoestima.


Sin embargo, la sobre valoración de nuestras cualidades, el aumento inmoderado del ego, así como todos los excesos, puede resultar en disconformidades y faltas de respeto en los demás, porque se está cayendo en el orgullo. El orgullo es un antivalor que puede resultar muy perjudicial en las relaciones interpersonales, así como en el buen desarrollo de la convivencia y cooperación en los entornos sociales. 


En contra parte con el orgullo tenemos la humildad, que es un valor esencial que en su práctica velará por una convivencia igualitaria y justa, que regulará nuestro autoreconocimiento y gozo de armonía.

El ser personas humildes puede ser un proceso tedioso o poco motivante, pero sus efectos nos engrandecerán como individuos de notoria educación y autoestima.